Los días en Buenos Aires nunca son aburridos, menos ahora, que el clima esta más soportable, con las tormentas nocturnas, los días son más frescos y dan ganas de tomar mucho mate con esas galletas de membrillo (pepitas).
Como soy una desaparecida que quiere estar, he aquí el resumen de mis días:
La semana pasada fui a Tigre en tren, el lugar es súper piola, es un río y en el costado, hay mucho pasto ideal para hacer pic-nic, la gente pasea feliz, anda en botecitos y comen helados, ¡ah! Y hay un parque de diversiones que se ve muy bueno así que quedó pendiente una segunda visita.
Maxi se fue de vacaciones como 10 días, la casa fue una locura, sexo, drogas y Onda Vaga… le dimos porro a Arthur y después lo bañe.
Es época de carnaval, así que por aquí cerca hay murgas, el evento es súper folclórico, los niños salen con unos aparatos que tiran espuma y bañan todo lo que se mueve con eso, además dan días feriados, como si fueran fiestas de fin de año, no me gusta la idea de no trabajar, pero ya que Argentina insiste en que lo pase bien, que le vamos hacer ¿no?
Un día salí con unos amigos a Puerto Madero, cerca de la reserva ecológica y bailamos salsa, como en las películas, estuvo simpático, rico buena onda.
Días antes de que regresará Maxi, se me hecho a perder la heladera, el calefón, mate una de sus plantas, pero salve otra, así no estuvo todo tan mal.
Fui a un sucucho de peruanos, se llamaba “La cortina” era del terror, pero moría por conocerlo, a pesar de todo estuvo entretenido, habían hasta “trolos”
Ahora es súper tarde y estos días he dormido muy poco, porque quiero hacer todo y no me da el tiempo, pero lo paso bien, al final del día eso es lo que suma.
Ps: Lo del porro y el baño de Arthur era bromita.
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