viernes, 10 de mayo de 2013

El primer regalo




Pienso que el nombre  es el primer regalito que uno le da a su hijo, claramente ni uno es porque si, sean como sean,  de seguro hubo una dedicación o una historia para llamarlo. Para nosotros fue una intensa búsqueda para dar con el ideal, por mi parte no quería un nombre común (con todo el respeto que estos merecen) asíque todo fue cancha para pensar en uno,  las circunstancias de la vida también  ayudan, el nombre es una mezcla de sentimientos, colores, literalidad, formas y amor. Si me pidieran un consejo, yo  diría que no hay que pedir opiniones, uno no le tiene que dar el gusto al resto, porque es un regalito que vienen desde el corazón de los padres y por a, b, o c motivo es solo nuestro tan intimo, como el acto de tenerlo guardado en nuestra panza, y claro de seguro muchos darán su opinión sin que se la pidamos (como es costumbre) y a lo mejor nos harán dudar, así que una vez que uno encuentra el  indicado, hay que tomarlo y guardarlo como un tesoro, y luego ir compartiéndolo de apoco, con nuestros seres más queridos.
La cosa es que después de una enorme lista y buscar por aquí, por allá, de allá para acá, se apareció ante nosotros, no recuerdo como, simplemente lo tomamos sin dudarlo y dijimos, “ese es” sin más ni menos ya no tenia un bebe en la panza, si no que a nuestro hermoso hijo, León Gabriel, una mezcla de amor y casualidad, una personita que de seguro va a viajar mucho, y donde quiera que este llevará su nombre, conocerá a mucha gente en su vida y a él lo conocerán como León, el primer regalo de sus padres, un  con mucha fuerza y valor, para que lo acompañe toda su vida, donde quiera que esté.


Sexo


No me he dado cuenta como de un momento a otro me apareció una panza enorme, estoy ultra hiper mega embarazada, incluso camino como mono porfiado, ya tengo ocho meses y conocemos el sexo del bebé, bueno, eso lo supimos como a los 5 meses, en una tarde, donde la mujer que nos hizo la eco, comenzó a describirnos lo que se veía en pantalla detalladamente:
“bueno, aquí esta su cabecita, su columna, (se ve muy bien) sus manitos su panza, el corazón, el hígado… la vejiga” Ambos pensamos que había dicho “vagina”… Y eso de ahí abajo, es su pene. Niño, nuestro hijo amado es un niño, curiosamente el único nombre que teníamos decidido era masculino, de ser niña no lo teníamos muy claro aun, pero bueno, mi compañero estaba muy emocionado con la noticia y yo también, cada vez tiene más vida y aumenta el amor de nosotros hacia él, es algo infinito.
En estos momentos ya casi puedo sentir sus extremidades, baila dentro de mi, no me causa dolor, es algo tan perfecto como la naturaleza es capaz de formar a un humano dentro de otro, un humano que es mi hijo, siento repetirlo tanto, es que aun no lo puedo creer, el cae perfecto en mi y yo no quepo en tanta felicidad que me causa todo esto.

Teta



Todos los días pasan cosas nuevas cuando estas embarazada, todo cambia, desde lo que comes y dejas de comer,  los vicios que debes poner en pausa, el humor, tu cuerpo, tus ideas, proyecciones, menos los sueños, mis sueños y nuestros sueños seguían siendo los mismos. En ni un momento pensamos en cambiar nuestro estilo de vida ni nada de eso, claro, mucha gente nos pregunto, si volveríamos a nuestros países, yo chilena, él colombiano, lejos de todo alero maternal, económico y emocional, parecía casi una aberración para algunos, traer un niño al mundo y unirlo a nuestra aventura.
Cuando algunos van ser padres primerizos, todo el mundo se siente con la autoridad de darte consejos y decirte lo que tienes o no que hacer, que es lo correcto y lo malo… ¿para que? ¿Para que algún día mi hijo sea como ellos?, no gracias.
Las semanas pasaban rápidamente y yo más feliz de presentarle el mundo a nuestro hijo(a) desde afuera, lejos de las críticas familiares, cuestionamientos de crianza, problemas raciales, políticos, humanos, fronterizos, etc. Nuestro hijo, será del mundo, lo queremos libre pensador, soñador y constructor de sueños, que quiera ser lo que quiera, lejos de prejuicios y limites, pero por sobre todo, que sea feliz.
Si bien no contamos con un matrimonio santificado, una casa propia, un auto, una cuenta de ahorros, estudios terminados, tampoco una cuna enrique octavo, ni tenidas de marcas importantes, menos atención privada, más bien muy pública, ni tampoco un futuro millonario. Lo que tenemos por ahora, es un hogarcito, con una ventana enorme en donde entra mucha luz en el día y un balcón con una hamaca que trajo desde Colombia su padre para mecerlo por las tardes, unas tenidas y perfumes que le regalaron mi hermosas amigas que ya lo aman, unos botines y ropita tejidas por las abuelas, un gorrito y chaquetita de lana que le regalo su tio y mi cuñada, entre otras cosas y otros regalos de otros seres queridos. También le tenemos una camita de dos plaza, que de seguro tendrá que compartirla con nosotros, porque llegará justo en otoño, un hermoso y acogedor mei tai para no despegarnos nunca, regalo de una gran amiga, otra de las cosas que le tenemos; son varios parques para hacer picnic y salir a pasear con él o ella, que encontramos cerca de casa y otros un poco más lejos, domingos de tambores y colores en el mítico San Telmo, que también esta cerca de nuestro hogar… Si bien su llegada estaba lejos de todo acto planificado, nosotros estamos muy felices de recibirlo, aquí y compartir nuestra mayor felicidad y todos esos detalles hermosos de la vida, que están cuando la transitas a pie, no vivimos con muchas cosas, pero si tenemos mucho para entregarle a nuestro nuevo integrante, las ganas de compartir esta aventura que emprendimos solos, sin imaginar que terminaría compartiendo mi vida con un colombiano, y ahora somos tres, sin duda la felicidad se disfruta mucho más cuando es compartida. Eso es todo lo que le puedo prometer y eso es todo lo que anhelo entregar a mi futuro Hijo(a) felicidad y amor, el resto lo olvidara o le quedar
á chico con el tiempo.

viernes, 29 de marzo de 2013

Buscando nido

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Bien, de nuestro depto de pareja joven y alocada, nos cambiamos a uno un poquito más cómodo para la llegada de bebe, el cambio fue muy agitado, porque cuando teníamos todo listo, es decir, empacado, la casa esperándonos, el viejo depto de Palermo ya casi entregado, los dueños de la casa nueva, nos dicen que es imposible que nos mudemos, porque la casa se estaba a punto de derrumbar por un problema de no sé que…Más bien el mundo se nos derrumbo a nosotros, en una ciudad en donde nadie quiere ser tu garante, en donde piden mil requisitos para alquilar y una suma de otros factores que hacen casi imposible alquilar algo, sentimos que caímos lentamente. Bueno, a una semana de dejar el depto comenzamos la búsqueda a nivel experto, solo por algunos minutos, porque acto seguido, se nos corto el Internet, ¿por que? No teníamos ideas, la cuenta estaba pagada, así que de inmediato llamamos a la compañía, por supuesto nadie contestó, así que tuvimos que ir directamente a la sucursal, donde depuse de una acalorada charla, nos percatamos que la cuenta que habíamos pagado era ¡del vecino!, si, llueve sobre mojado, era un viernes y teníamos que esperar 48 horas hábiles, es decir sábado y domingo no contaban, cuatro días sin Internet!!! Horror!! Pero bueno, la única derrota es no seguir luchando, al menos teníamos un Macdonald con wifi cerca, así que tomamos nuestras maquinas y partimos bajo un sol y sensación térmica de 40° (no exagero) pero… ¡SORPRESA! no había luz en dos cuadras a la  redonda, ni teléfonos disponible para llamar, así que toco caminar aun más allá, con una nube negra enorme que dejaba filtrar los intensos rayos del sol, nos colamos en un café, para buscar algo, fuese lo que fuese, teníamos que dejar el depto en pocos días. Anotamos centenares de números, llamamos incontables veces, fuimos a muchas citas, pero en todos lados, nos decían que era imposible sin garante y menos cuando veían mi redonda panza. Me sentía casi como la virgen María buscando establo, mal, en serio que me sentía horrible y más al ver la desesperación de mi compañero, uno se cuestiona y deja entrar a la cabeza malos pensamientos, en verdad siempre es más cómodo llegar a esa salida, y terminar sintiendo lastima por nosotros mismo, pero ¡VAMOS! Al final del día nos motivábamos para seguir, lo peor que nos podía pasar era terminar en un hostel, pero bueno,  donde estuviéramos los tres, ese sería nuestro hogar. Ya nos quedaba un día para abandonar la casa, la respuestas que esperábamos fueron negativas, a pesar de nuestra tierna insistencia, de parte de mi compañero, que como buen colombiano nunca dejó la amabilidad de lado, A esas alturas, ya habíamos dado vuelta los sitios web de alquiler, el diario Clarín, datos, amigos y nada, no había forma. Cada vez que se me presentaba una dificultad en la vida, siempre había alguien que me decía lo mismo “nadie dijo que esto sería fácil” ya no teníamos a quien llamar, totalmente derrotados, caminábamos hacia casa, cuando el celu de Ale (mi compañero) comenzó a sonar, era una mujer a la cual le habíamos dejado un mensaje en la contestadota y nos dijo que si queríamos ver el depto, fuéramos ¡YA! Y de una, tomamos el colectivo y llegamos a un lugar muy cerca de lo que iba a ser nuestra seudo casa apunto de derrumbar, timbramos y nos recibe una mujer vestida de muñeca (a juicio Ale) nos señala el depto y parecía no pedir ni un requisito, todo bien, hasta que nos pregunta si tenemos garante… cuek cuek cuek… ya conocíamos la película, así que a insistir otra vez, el llamado fue casi mágico, así que ese tenía que ser nuestro depto. Un poco de chamuyo tirar y aflojar, la señora como que quería y no quería, se veía cansada, me dice que yo embarazada y sin garantía fácilmente me podía tomar el depto… frustración, de mi parte, deje de hablar o si no lloraba, Ale insistía y ella ya estaba a punto de darnos el no rotundamente, a pesar de que igual se veía afligida por alquilar el depto lo antes posible, le comentamos que nuestra única garantía que podríamos darle, es nuestro antiguo arrendatario, que rea la inmobiliaria, que ellos le digieran lo responsable y buena onda que éramos… acto seguido la mujer llama a la inmobiliaria, mientras nosotros esperanzados otra vez, escuchábamos la conversación… después de unos 20 minutos de conversación con Fede, (el de la inmo.) La mujer nos dice, chicos, el depto es de ustedes, pero yo no lo manejaré más, se lo entregue la inmobiliaria, así que todos hicimos negocios.
El tiempo se paralizo por unos segundos, sentí cantar un coro de ángeles, me dieron ganas de tomar en brazos a la señora vestida de muñeca, habemus hogar para tres, con una ventana enorme para que guaguito se distraiga y bueno, llena de amor, estamos casi listos para recibirlo.  


jueves, 28 de marzo de 2013

La noticia.


Una vez que uno lo asume, viene lo complejo, contarlo, en realidad no debería ser complicado, pero junto con la noticia vienen los reproches y quienes tal vez te juzgaran (al menos eso pensaba yo) La primera persona quien debía saberlo era mi madre, sin duda, sabía que ella no se lo tomaría mal. Pero justo cuando me disponía a decirle, no se conectó a Internet como en una semana, y yo necesitaba compartir lo que me sucedía. Un día mi hermano (que vive con mi madre) se conecta a face y yo pensé “es el momento ideal, para que los dos se enteren”. Mi corazón comenzó a latir muy fuerte y pensé en las palabras claves o en algo creativo para darles las noticia… le pedí a mi hermano que se conectara a Skype, mientras tanto yo no podía ni pronunciar en la mente “estoy embarazada” hubo un bloqueo mental, y bueno, aun la sensación de ser mamá no era algo especial en mi, así que consideré que sería suficiente, si tan solo les decía “tengo 7 semanas de embarazo”.
Mi hermano me decía que tenía problemas para conectarse a Skype, que misteriosamente la cuenta se le había bloqueado, yo le pregunto por mi mamá y me dice que no estaba… Por mi parte sentía la necesidad de contarlo en ese momento, pero pensaba que no sería justo que mi hermano se enterase antes que mi mamá, lo correcto era darle yo la noticia, así que le insistí, y pregunte que a que hora llegaría, pero Luchín (mi hermano) me decía que tarde, que si necesitaba hablar con ella, él la podía llamar. Obviamente no era la idea preocuparla, ni adelantar nada, así que bueno, tome la señal del bloqueo del skype de mi hermano y la ausencia de mi madre, como una señal para no contarles aun. Pero para mi sorpresa, al otro día, muy temprano en la mañana, me conecto y veo entres mis mensajes que mi mamá estaba en línea (En el chat), me saluda y me dice que apenas pudo dormir, porque mi hermano la noche anterior la había llamado porque yo quería hablar con ella (yo sospeche desde un comienzo que mi hermano haría eso) ella pensó que yo estaba pasando por necesidades en esta loca ciudad, que talvez podía estar sin plata o embarazada…
Yo: ¿sería muy malo?
Ella: ¿cual de todas?
Yo: la última.
Ella ¡SE CLARA! (la mayúscula es verídica)
Yo: tengo 7 semanas de embarazo…
Yo nunca le dí problemas a mi mamá, sentía que ahora en verdad se los estaba dando, estaba esperando angustiada un regaño, me asuste, me asuste como nunca esperando la respuesta de mi madre.
Ella: ¿es una broma? ¿Hija, hablas en serio?
Siempre he sido buena para inventar historias, o exagerar algunas cosas, debe ser parte de mi vocación, es recurrente en mi hacerle creer a la gente cosas que no son y bueno ahora pagaba por eso mismo. Y claro, caí en mi otra vez, “tengo 25 años, esto ya esta muy lejos de ser una broma”
Yo: mamá, es en serio, ya no puedo jugar con algo así.
Ella: Hija… es una bendición
Entre muchas otras cosas lindas que me escribió ese día, estaba claro que estaba feliz, para mi sorpresa más feliz que yo, que aun me sentía confundida, pero esa felicidad de mi madre al mismo tiempo me emocionaba y me hacia comprender mi estado, no por completo, pero lograba distinguir algo lindo y bello en mi, aun me sentía en el aire, no podía atajarlo por completo. Lo importante era que ya estaba entendiendo que tenía que compartir esa felicidad con otros de mis cercanos.
Y así, fueron pasando los días y con ello mi estado de embarazada era más aceptado, contarle a mis amigos ayudo mucho, porque todos, sin excepción alguna, se pusieron muy felices, mis amigas de la vida que son mis hermanas, lloraron, sentí en la gente que me amaba la importancia de lo que me estaba sucediendo, me di cuenta que esto no era tan solo mío, también de quienes me estiman, nuestro, de mi compañero y yo, él siempre estuvo feliz con la noticia y yo estaba cada ves más dichosa y conforme, me sentí conforme y afortunada, era lo que me estaba faltando, en mi vida, siempre tuve y he tenido más de lo que podría pedir y ahí estaba creciendo dentro de mi, ese regalito mágico, que yo no imaginé, puso feliz al mundo. Ya no me importaba lo que pudiese decir o pensar el resto… fue una hermosa noticia.




miércoles, 27 de marzo de 2013

La ultima regla.


Uno no se puede sentir embarazada de un día a otro, aunque así sea, y menos sentir que serás mamá, eso es algo que precisa de mucho, pero mucho más tiempo, que sabía la naturaleza de darnos 9 meses para comprenderlo.
El primer día en que recibí la noticia, no lo acepte, hasta verlo con mis propios ojos (aunque ya sabía la verdad) así que conseguí hora con el doc, para confirmar todo.
Ese día mi compañero de aventuras tenía clase en la noche, así que me quede sola, y atrapada con esa incógnita verdad que me negaba a imaginar… Fui al baño y mientras me lavabas las manos con la cabeza bloqueada, levanto la mirada y ahí recién pude ver y contemplar lo que era y todo lo que se venía. Mi rostro ya no sería más el mismo, yo ya no sería la misma, mi vida cambiaría, mi cuerpo, mi todo.
No podía despegar mi ojos del espejo y sentir esa pena profunda al verme relativamente niña, me estaba despidiendo de eso, de mis ganas de probar, equivocarme, experimentar… me sentí muy sola, a pesar de ya estarlo en un país en donde tendrían que pasar muchos años para que alguien me quiera tanto como me quiere mi gente en Chile, y a pesar de todo, aunque estuviera en mi propio país, con mi familia y amigos colgando de mi, nadie me hubiese podido acompañar con ese sentimiento.
Después de todo, llorar, me había hecho sentir un poco más normal, me quite algo de encima, la despedida de mi misma me hizo bien, sentí.
Mi compañero parecía haber recibido muy bien todo, al día siguiente de nuestro test, él ya había asumido nuestra situación de “embarazados” me tocaba la barriga al despertar y hacia planes, cuando por mi parte, estaba esperando los exámenes del doc para confirmarlo, recién. Su comportamiento me sorprendía y me confundía a la vez, me gustaba que le gustara la idea de tener un hijo conmigo, pero me perturbaba que lo viera de un modo tan simple para ambos, porque para una mujer, jamás será igual que para su compañero, porque el estado “embarazada” te invade física y emocionalmente de inmediato, mientras que para el hombre, tan solo es una idea, que comienza a cobrar vida de una manera muy lenta y esto ayuda a que “aceptar” el estado, sea más fácil para ellos( a mi juicio).
Y bueno, después de una mañana completa dedicada a una serie de exámenes y un fatídico ayuno, terminé por dirigirme a donde me haría la bien ponderada eco. En mi estomago cargaba dos litros de agua, una vejiga a punto de estallar y un nudo en el estomago. Acostada en la camilla, recordé esos juegos infantiles, después de el gel y presionar mi estomago, la mujer que me hacia la eco, miraba la pantalla y fruncía el seño,  me preguntó por mi menstruación (en ese entonces pensé, que mi seudo embarazo,  era tan solo un atraso) le dije, que era muy irregular, que casi siempre se me atrasaba… ella acento con la cabeza y en esos milésimas de segundo, sentí una leve decepción de no estar embarazada, sentimientos encontrados. Entonces  da vuelta la pantalla, y me dice: no tienes dos meses de embarazo (como yo y el medico creíamos según mi ultima regla), tienes 7 semanas y eso que ves ahí, que se mueve, es su corazón, lo único que podemos distinguir por ahora, es muy pequeñito… otra vez estaba embarazada. Salimos de la sala, tomamos un colectivo, sin hablar, más que miradas y risas de mi parte. Mi estado antes de la ecografía era un poco de angustia y sin regla, y el de  después de ver la imagen de su corazón dentro de mi fue, de embarazada, ya estaba asumida, no sentía angustia ni nada, solo pensaba, que ya no estaría nunca más sola.
Puede sonar confuso, pero después de la última regla, no hay reglas, las emociones son ilimitadas, somos libres, pero después de esto, siempre y cuando haya ganas, la primera regla es asumir el estado, “ESTAS EMBARAZADA”





viernes, 22 de febrero de 2013

11 de Septiembre



Los días, semanas y meses, pasan tan rápido que no los puedo describir, y se me olvida hacerlo, pero hay algo que no he olvidado, un suceso que paso el 11 de septiembre del 2012, más allá del contexto histórico que significa tanto para mi país, como para el mundo, será un día que guardaré en mi, como el antes y después de mi vida y todo ocurrió, después de encontrar a mi compañero de aventuras.
Una vez leí que, la vida es eso que sucede mientras estamos ocupados resolviendo nuestros problemas. Y tiene mucho de cierto, hay cosas tan bellas que pasan a diario, a nosotros a nuestras familias, amigos, al mundo, pero somos incapaces de valorarlas, de detenernos a disfrutarlas, pero si nos detenemos a disfrutar y a revolvernos de nuestras desdichas, es difícil de entender. Y así, se nos pasa la vida, sin contagiar sonrisa (es tan bakan esa sensación durante la risa y después de ella) o sin mirar lo lindo que esta el cielo (nunca es igual un atardecer al de otro, es totalmente irreal y hermoso y pasa todas las tardes) una conversa con los buenos amigos (siempre alimenta el alma) un chocolate por la noche y tantas otras cosas que sin duda suenan muy muy cursies, pero queramos o no, si describimos las cosas lindas que tiene la vida, por más detalles que sean, sonarán cursie y quien reniegue de ella, es claramente porque vive en estado de amargura.
Un 11 de septiembre mi vida se detuvo, sinceramente no sentí ni pena, ni rabia, tampoco alegría, ni menos ganas de llorar, mi cabeza se congelo con el tiempo…
voy a ser mamá.



Teatro Colón (finales de nov. del 2012)




Andre me invitó al distinguido teatro Colón, que sería como el teatro Municipal de mi queridísimo Santiago de Chile, yo dije al tiro que si, no sabía lo que vería, pero una invitación tan fina, no podía rechazarla una señorita aristócrata como yo, así que embale sus buenos huevos duros y dos panes con chancho y partimos. Andre vestía una intelectual, pero no menos sexy tenida oscura y yo una apretada falda a la cintura (creo que engorde) que por cierto desabroche y la cubrí con mi hermoso abrigo café (que siempre uso)
Como buenas chilenas apitutadas, no teníamos entradas, pero una amiga de Andre nos dio una boletas y para nuestra sorpresa nos tocó palco… Ahora bien, que veríamos? No teníamos ideas, la cosa era estar ahí, Andre me había comentado que al parecer se presentarían unos bailarines de flamenco y yo pensaba que era  una obra de teatro… entramos y pasamos de pasillos en pasillos, hasta que un señor nos ubicó en un palco, (Mirsh!) se abre las cortinas y de pronto tres músicos vestidos de pingüinos sale en gloria y majestad, se sienta uno con un violín, otro con un chelo y un tercero en un piano maravilloso de cola, bien lindo todo y súper agradecida de la invitación, pero imaginé lo que se venía… yo nunca he sido muy amiga de la música clásica, acto seguido, mi mente y cuerpo inquietos comenzó a sudar, y ni si quera comenzaba el show. Bien, después de unos segundos, inició la partitura, y como una rata en el flautista de Hamelin, me sentí muy poseída y entretenida con cada uno de los acordes, y más aun, con los esquizofrénicos y apasionados movimientos de los músicos, parecían que sus cabezas iban a volar, los dedos de cada uno de ellos, tenían vida propia, yo atónita y casi emocionada, me paralice en ese cuadro, cuando de pronto, sin darme cuenta el espectáculo había terminado, una hora, la sentí como 10 segundos en mi mente, me levanté y aplaudí generosamente, y eso, se los retrato a continuación.




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